La Pata de ganso es la zona alta e interior de la tibia a la altura de la rodilla, donde se insertan juntos los músculos sartorio, recto interno o grácil (aductor) y semitendinoso (isquiotibial), y es en esa zona de inserción donde los 3 tendones de los músculos se van degenerando, en mayor o menor medida.
La tendinitis de la pata de ganso es un mal frecuente en los corredores y esto se debe a que el correr genera un gran impacto en ciertas estructuras de nuestro cuerpo, lo que en consecuencia puede traer consigo el desgaste de alguna de ellas y por ende, una lesión o patología como lo es la tendinitis de la pata de ganso.
Es conveniente que los corredores adaptéis un programa de entrenamiento adecuado en donde exista un calentamiento antes del inicio de la práctica deportiva, un entrenamiento que respete los límites del organismo de cada individuo y una vuelta a la calma que le permita al cuerpo regresar a su estado de reposo.
Causas:
– Mala pisada por alteraciones estructurales de la cadera, la rodilla o el tobillo.
– Utilización de calzado
– Falta de calidad muscular
Complicaciones:
La tendinitis de pata de ganso puede evolucionar a fases en las que nos va a impedir andar y correr con normalidad, por lo que puede llegar a ser incapacitante para la vida diaria, e incluso al dormir de lado se siente un dolor insoportable al apoyar una rodilla sobre otra.
Tratamiento:
El fisioterapeuta establecerá dentro del protocolo de tratamiento, cuales serán las herramientas mas idóneas. Es común que el fisioterapeuta emplee las siguientes herramientas o técnicas en el tratamiento de una tendinitis de la pata de ganso:
- Aplicación de tecarterapia.
- Estiramientos pasivos progresivos.
- Crioterapia o termoterapia según considere necesario el fisioterapeuta.
- Masajes.
- Liberación Miofascial
- Electroterapia.
- Vendaje neuromuscular o kinesiotaping.
- Punción seca
Remedio casero:
Hacer un ligero masaje en la zona afectada con cualquier tipo de crema antiinflamatoria, seguido de una estiramiento de la zona de los aductores durante casi un minuto de manera suave y acto seguido poner hielo en la zona afectada para lo cual se puede utilizar una bolsa pequeña de guisantes en la cara interna de la rodilla y luego poner una toalla y sujetar con la rodilla contraria apretando ligeramente para que no se caiga. Repetir esto todo los días antes de ir a la cama hasta que desaparezca.