¿Te duele la rodilla y crees que tienes mal el menisco? ¡Una lectura rápida te sacará de dudas y darás con la solución!
porJose Luis Penadés
19 noviembre, 2021
Lesión de meniscos
Las Lesión de Meniscos obedecen generalmente a un mecanismo rotacional de la rodilla cuando la pierna en apoyo se encuentra en semiflexión, con peso al giramos la rodilla se puede crear una presión altísima sobre los meniscos creando la lesión.
¿Qué son los meniscos de la rodilla?
Son fibrocartílagos en forma de “semiluna” que rellenan los espacios comprendidos entre superficies articulares del cuerpo, poseen la función de estabilizar la articulación, absorben el impacto de choque entre las superficies articulares, aumentando la superficie de contacto.
La rodilla está compuesta por dos meniscos, interno y externo, que actúan entre el fémur y la tibia. Son los encargados de realizar la distribución de las fuerzas que se transmiten a través de las rodillas y pueden resistir hasta un 40% de la carga que reciben las articulaciones dando además estabilidad a las rodillas.
¿Qué función tienen?
Transmisión de las cargas.
Absorción de las ondas de choque.
Intervienen en la estabilidad articular.
Contribuyen al deslizamiento articular.
Participan en la percepción de la sensibilidad propioceptiva
Los meniscos ayudan a la congruencia articular de la rodilla porque los los meniscos elevan sus bordes y aumentan su profundidad.
Forman una especie de almohadilla elástica debajo de los cóndilos capaz de adaptarse a su forma y transmitir a la tibia, de manera uniforme, las presiones que recibe, sobre todo en la posición de hiperextensión y apoyo de la rodilla, por lo que ofrecen también amortiguamiento.
Estabilizan los movimientos articulares mediante el relleno del espacio muerto que existe entre los cóndilos y los platillos tibiales, adaptándose a la forma de este espacio que varía según las posiciones de la rodilla.
Favorecen mecánicamente la lubricación intraarticular al permitir con sus desplazamientos una distribución eficaz del líquido sinovial.
Por último, pero sumamente importante: protegen e interactúan con el cartílago articular ubicado por arriba y debajo de ellos, al reducir la fricción provocada por las solicitaciones propias de la rodilla.
¿Cómo saber si tengo una rotura?
El médico o fisioterapeuta entrevista al paciente para conocer como se ha producido la lesión y explorará la rodilla y si encuentra:
Dolor en la interlínea articular femorotibial: suele ser referido a la zona del menisco lesionado. A veces se refiere como dolor profundo, otras veces irradiado a hueco poplíteo; incluso puede referirse al lado contralateral.
Derrame articular: Es mucho más indicativo de lesión meniscal si se produce a las pocas horas de la lesión. También se pueden producir derrames repetidos en roturas crónicas cuando la porción meniscal rota queda atrapada entre el fémur y la tibia y se produce una fuerte tracción en la periferia del menisco.
Bloqueo de rodilla: ocurre en roturas meniscales amplias que presentan un fragmento móvil que ocasionalmente queda atrapado entre las superficies articulares. Cuando esto ocurre, es imposible para el paciente realizar la extensión completa o la flexión completa de la rodilla, tanto por el dolor como por la obstrucción mecánica que ocasiona la interposición del fragmento.
¿Es bueno andar con el menisco roto?
Andar con el calzado adecuado (Deportivas) puede se bueno y hasta incluso necesario. Si el menisco te lo has roto hace unos días (hay inflamación y dolor) necesitarás algo de reposo y sólo podrás hacer pequeños paseos diariamente sin excederte mucho (máximo 3o min).
Tipos de lesiones de meniscos
Está basada en el daño que se produjo en la estructura del menisco, básicamente en la morfología de la modificación sufrida tras la exposición al trauma.
Así que se puede hablar de lesiones:
Circunferenciales (tipo I, II, III, IV)
Pediculadas
Longitudinales
Transversales
En clivaje horizontal
Tratamiento de los meniscos
Conservador: (Sin uso de cirugía)
Está indicado en personas que tienen dolor con la actividad diaria y en la actividad física pero no presentan episodios de bloqueos ni derrame sobre las primeras 3 semanas.
La rehabilitación consiste en:
Fisioterapia para potenciar y flexibilizar la musculatura
Fisioterapia para el dolor como hipertermia, magnetoterapia y electroanalgesia.
Fisioterapia para movilizar la articulación y ganar movilidad
Fisioterapia para la propioceptividad de la articulación (equilibrio)
Quirúrgico:
Está indicado en los casos en los que el tratamiento conservador fracasa. La artroscopia es el procedimiento quirúrgico de elección, existiendo varias posibilidades terapéuticas por esta vía, sin olvidar la importancia de la terapia de rehabilitación en el postoperatorio de manera importante a la obtención de buenos resultados.
Tipos de Cirugía:
Remodelación meniscal: Consiste en resecar el fragmento inestable de menisco lesionado para dejar un menisco regular, de suficiente grosor y, lo más importante, con fibras longitudinales funcionales.
La meniscectomía total: se lleva a cabo cada vez menos para evitar la artrosis prematura de la rodilla.
Sutura meniscal: Consiste en corregir la solución de continuidad mediante puntos con suturas u otros sistemas.
Trasplante meniscal: vía artroscópica con injerto de cadáver, conservado mediante congelación, se emplea actualmente en pacientes en los que se ha realizado meniscectomía total; generalmente son pacientes jóvenes.
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