¿Por qué crujen los huesos del cuerpo?
El chasquido o ruido de las articulaciones irregulares en movimiento de las mismas es normal. El sonido que hacen se origina por burbujas de aire en el fluido sinovial, que es el líquido que rodea y lubrica sus articulaciones, y por la salida de ligamentos fuertemente apretados al saltar de un superficie ósea a otra.
Mientras no se manifieste dolor, el ruido de las articulaciones es inofensivo. No obstante, recomendaría no “forzar” las articulaciones a propósito. Cuando el chasquido se acompaña de dolor o inflamación, usualmente indica algún problema mecánico o actividad de enfermedad en o alrededor de la articulación, tal como un cartílago desgarrado o desgastado. Si el ruido de las articulaciones se presenta con otros síntomas, consulte con su Médico o Fisioterapeuta.
Todas estas articulaciones van a estar rodeadas de una cápsula sinovial. Dentro de esta cápsula hay un líquido con cierta cantidad de gases (CO2, N2 y O2) cuya principal función es la de lubricar las articulaciones. Si no tuviéramos este líquido, el roce entre los huesos terminaría desgastándolos al poco tiempo, pero gracias al líquido sinovial, se evita que haya un contacto directo entre ellos y se puedan mover las articulaciones sin problemas. Además de esta cápsula, también se encuentran músculos, tendones y ligamentos.
Para que se hagan una idea, es una cosa similar a lo que ocurre al destapar una botella de con gas. Cuando la abres, la presión dentro de la botella disminuye y los gases disueltos dentro de la bebida salen de ella.
Cuando las articulaciones vuelven a su posición inicial, estas burbujas estallan y son las que producen ese sonido de crujido tan característico. Aunque también pueden participar en este sonido, pero en menor medida, los ligamentos y los tendones de alrededor.
Quizás ahora te estés preguntando si hacer esto a menudo puede ser sano o, por el contrario, puede dar problemas en las articulaciones en un futuro, como la artrosis. La verdad es que es algo que aún no se tiene muy claro. De los pocos estudios que se han hecho, unos afirman que puede hacerse esta práctica sin ningún problema mientras que otros afirman que pueden dañar los tejidos de alrededor de la articulación, provocando una hinchazón y un debilitamiento en la capacidad de agarre de la mano.
Mi consejo como Fisioterapeuta es que seas prudente y si lo haces, que no sea a menudo.
Penadés Terapia